Incluso después de que Israel hubiera experimentado los caprichos de los reyes, el pueblo seguía ansiando un verdadero rey que pusiera las cosas en orden. Él tendría el título de rey, el Ungido (Mesías); él sería el “como un ser humano” (Hijo del Hombre) a quien se le dio dominio en la visión de Daniel. Jesús recibe estos títulos, aunque no se parece en nada a un rey terrenal. Su autoridad proviene de la verdad de la que da testimonio, y aquellos que reconocen la verdad lo escuchan voluntariamente. Esperamos con ansias el día en que se le dé el dominio, sabiendo que su victoria será la victoria no violenta del amor.
Únase a nosotros para nuestro culto que comienza a las 12:00 p. m. en la Iglesia Luterana Atonement (1980 Silver Lake Road New Brighton, MN 55112). ¡Todos son bienvenidos!